jueves, 18 de febrero de 2010

ELLA Y ÉL


El Tata, quien ya nadie pesca, mira perplejo desde el fondo de la capilla, como todos en la ceremonia se alborotan y no dejan de lucir sus elegantes trajes; es ya sabido que muchos de esos trajes son prestados, pero hay que simular sorpresa. El se la sotana intenta hacer callar a la
tropita de maleducados invitando a los niños presentes a cantar la canción de la lechuza, la que por cierto, nadie tampoco pesca.
Ella y Él nerviosos frente al altar. Ella sintiéndose observada por la imagen de una virgen celestial y Él con ganas de rascarse el muslo derecho, cerquita de la ingle; pero para evitar el mal entendido, mejor se aguanta. Ella lo mira con los ojos a punto de llorar de emoción y le dice:

Ella: Amor, pensar que terminamos en una ocasión y no nos vimos por cinco largos años.
Él: Si, pero nos fue muy útil ese tiempo. Maduramos.
Ella: Yo conocí a tres hombres durante ese "recreo", bueno, ya te lo había comentado (sonríe)
Él: Si me lo contaste. Creeme que no me molesta. Yo también tuve mis cositas por ahi.
Ella: No, no, no, te debo ser sincera. En verdad conocí a diez tipos durante ese tiempo.
Él: ¿Qué?
Ella: Tenía que contártelo amor. Si nos vamos a casar, tenemos que sincerarnos, por muy tarde que sea.
Él: Esta bien, sincérate por completo entonces. Dime con cuantos de ellos te acostaste.
Ella: Con todos
Él: ¡Puta!
Ella: ¿Qué me dijiste?
Él: Perdón, sólo me estoy "sincerando" (ironiza)
Ella: Ahora sincérate tú si te crees tan perfecto. A ver, cuenta.
Él: Tienes toda la razón. Te contaré lo que hice durante ese "recreo" que tu llamas.
Ella: Escucho.
Él: ¿Recuerdas esa red de pedástras que desbarataron y Puerto Montt?
Ella: ¡Hijo de mil putas! ¿Te las diste de pedófilo?
Él: ¡Jajajaja! No cariño. Yo nunca practiqué eso. Jamás.
Ella: ¿Entonces? (un frío por la espalda le adevertía una bestialidad por parte de Él)
Él: Nunca hice ese tipo de asquerosidades. Te los nombre porque a esa banda que desbarataron yo les vendí una hija que tuve con una puta, para que la grabaran desnuda y también, de vez en cuando, la abusaran sexualmente. Así que relajate. Yo y la pedofilia no tenemos nada que ver.


¡¡¡Y vivieron felices para siempre!!!

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